Cuando pasa un par de años, muchas empresas que pasan a estar ‘estructuradas’ se plantean si vale la pena ‘licitar’, es decir, pujar por contratos públicos. No obstante, desconocen cómo funciona todo, los plazos, si hay que pagar algo, etc.
Es por ello, que vamos a intentar resolver algunas dudas en este artículo.
¿Qué es una licitación pública?
Para empezar, una licitación pública no es más que un contrato que las administraciones públicas o concertadas lo sacan ‘a subasta’. Es decir, por ejemplo, Correos necesita una aplicación para conectar las e-commerces con su servidor, así que dice, “doy hasta 100,000€ a la empresa que lo haga”. Es entonces, cuando las empresas empiezan a pujar para ver quién se lleva el contrato.
No olvidemos que todas las administraciones “están obligadas por ley” a publicar en concurso público todos los contratos que superen una x cantidad de dinero, evitando así (en parte) la corrupción.
Tenemos que entender que existen licitaciones nacionales (ministerios, gobierno), comunitarias y municipales. Además, existen otras licitaciones que son de las empresas que tienen dinero público (Renfe, Correos, RTVE, etc). Por otra parte, toda empresa española puede presentarse en una licitación europea, si cumple los requisitos de la licitación.
También tenemos que indicar, que en muchas ocasiones, ‘el precio’ por el que pujas, solamente es el 50% de los puntos que te dan, otro 50% dependerá de cuantas horas de soporte des, cuantos meses de garantía, etc. También, pueden poner “puntos” para valorar tu oferta “de forma subjetiva”.
Por último, tenemos que indicar que no puedes poner un precio muy bajo. Es decir, si está en 100,000€ no puedes decir que lo haces por 20,000€. Ya que esto se considera ‘baja temeraria’ y te descalificarían. Es por ello, que las licitaciones se suele bajar entre un 5-10%.
Requisitos para presentar una licitación
Lo bueno de los requisitos para las licitaciones es que todos los requisitos son gratis (a no ser que lo haga una gestoría, algo que recomendamos y que no te cobrará más de 100€).
Antes de empezar con los requisitos, indicar que la ley deja constancia que se puede presentar cualquier persona sea física o jurídica (sociedad). Además, no puede haber discriminación por ser de una comunidad autónoma diferente.
Dicho esto, ¡empecemos con los requisitos!
ROLECE
Si quieres licitar fuera de cataluña, necesitarás tener el ROLECE (Registro Oficial de Licitadores y Empresas Clasificadas del Estado), que no es más que un documento gratuito, que permite a las administraciones públicas comprobar que tu empresa cumple con todos los criterios.
RELI
En el caso de que quieras presentarte a una licitación en Cataluña, necesitarás el RELI, también conocido como el “Registro electrónico de empresas licitadoras”. Es un documento totalmente gratis y que permite a las administraciones comprobar que tus datos son correctos.
Facturación del año anterior
En la mayoría de licitaciones (de ahí la necesidad del ROLECE/RELI) no podrás presentarte a licitaciones que la cuantía supere lo que has facturado el año anterior. Es decir, si el año anterior facturaste 100,000€, no podrás presentarte a licitaciones de más de 100,000€.
Firma digital
Aunque ya la deberías de tener, es fundamental la firma digital para firmar todos los documentos que te mandarán. De hecho, todavía “no es obligatorio” en todas las licitaciones (ya que ciertas plataformas te validan mediante la firma digital), pero sí que es altamente recomendable tenerla.
Con todo esto ¡felicidades! ¡Ya te puedes presentar a una licitación!
¿Cómo encontrar una licitación?
Hay dos plataformas que reúnen el 95% de las licitaciones de España y que es más que suficiente para empezar.
Para las licitaciones españolas (excepto Cataluña):
http://contrataciondelestado.es/
Para las licitaciones catalanas:
https://contractaciopublica.gencat.cat/
En ambos hay un buscador donde puedes filtrar por comunidad, importe, etc.
En el 99% de las licitaciones te encontrarás con dos PDFs. Uno llamado “técnico”, donde indican lo que hay que hacer y cómo lo tienes que hacer. Y, otro llamado “administrativo”, donde te indican quiénes son, cómo te pagarán, los requisitos para presentarte, etc.
Resumen
Como podemos observar, presentarse a una licitación es muy sencillo. No obstante, tenemos que ver si realmente nos saldrá rentable. En definitiva, la rentabilidad de una licitación (sobre todo si es de servicios), estará sujeta a que nuestros procesos estén bien definidos y que nuestros trabajadores sean productivos.
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